martes, 30 de diciembre de 2008

Magia

Magia y religión


Mientras observaba en la TV las cábalas y rituales que deben seguirse para recibir el nuevo año, no puede evitar pensar en la “Rama Dorada” de Sir James George Frazer (la biblia antropológica por excelencia, infaltable en la biblioteca de todo aspirante a científico social). El título se debe al cuadro de Turner, ese del pequeño lago del bosque de Nemi.
Aquí un pequeño resumen del libro:
El autor busca el origen más remoto del sacerdocio. Es consciente que encontrar el origen exacto es casi imposible, pero cree que si se examinan ciertos aspectos pueden llegar a encontrarse explicaciones claras. El mito de Artemisa es la explicación “fantástica” para justificar el “origen” del ritual religioso. Hipólito es, en cierto modo, el primer personaje que instaura el sacerdocio.
¿Cuál es la relación entre magia y religión? ¿Cuáles son los principios mágicos antiguos aplicados en la brujería moderna?
La magia fue el cimiento de la religión. La religión emplea mecanismos más desarrollados de abstracción, es una línea de pensamiento superior- la última línea de pensamiento es el social, ojo- El sacerdote reconoce que no es el causante de los efectos(los magos, por el contrario, se creen causa directa, establecen relaciones espurias En sociología se utiliza ese término cuando entre dos variables se establece una relación de falsa causalidad). Los magos y religiosos tienen un modo distinto de ver lo superior. Para los primeros es inconsciente e inanimado, y para los segundos conciente y personal. Sin embargo, ambas comparten el mismo propósito: Conseguir la satisfacción de necesidades.
Los dos principios sobre los que se basa la magia son: Hemeopática (ley de semejanza) y contaminante (ley de contacto). El encantamiento que se funda en la primera ley, es llamada también imitativa. El mago cree que: “lo semejante produce lo semejante”. ¿No es acaso común en estas fechas adquirir dinero de mentira y mantenerlos en el bolsillo (o zapatos) hasta el día siguiente? ¿No se compran casitas con la esperanza de tener una de tamaño real? Sin duda, infantilmente se cae en el error de creer que la casita y la casa son, de alguna forma, la misma cosa. Este tipo de principio mágico también supone la relación entre la persona y la vegetación (y viceversa). La planta también puede infectar al hombre. Como en la física, la acción y reacción son iguales y opuestas. Ahora se explica los populares 2baños de “florecimiento”. Pero los animales no se mantienen alejados, pues poseen cualidades que resultan útiles. Será tarea del mago comunicar estas propiedades ¿Han visto el reportaje a los chamanes boliviano? Estos personajes cuentan con una gran variedad de animalitos (también de sus partes). Desde los lindos cuyes, los adorables conejitos, hasta al astuto zorro (debo decir que además observé patitas de conejo y colas de zorro, todo envuelto en cintas rojas: S)
Por otro lado, la magia contaminante cree que lo que alguna vez estuvo en contacto seguirá estándolo.

La magia es anterior a la religión, es evidente. Podemos decir que la religión es la evolución de la magia, una forma superior de interpretar las leyes naturales. Aunque se muestran distintas, no debemos olvidar lo que las caracteriza (sean inconscientes o no). Apelan a un ente poderoso que, de alguna manera, es capaz de controlar la naturaleza, el universo.
En la actualidad se cree haber superado estas dos formas superiores de pensamiento (magia y religión). La ciencia se ha mostrado como una fuente infalible, con la facultad de controlar de un modo más sistemático y preciso la naturaleza. Pero el control no es absoluto, no satisface todas nuestras expectativas. El hombre necesita nuevas vías, razón por la cual los modos primitivos emergen como alternativas. Es evidente la presencia simultánea de estas 3 formas de pensamiento. Ni magia ni la religión están o estarán relegadas a la historia

viernes, 26 de diciembre de 2008

Navidad

Aquí les muestro el “arbolito” del Museo de la Nación, a lo mejor alguien se anima y cambia el tradicional pino, a lo mejor…


domingo, 14 de diciembre de 2008

San Marcos, donde todo puede pasar

Ingresar a San Marcos fue desde siempre una meta en mi vida। Formar parte de esta insigne institución, casa de estudios de grandes personajes de la historia de nuestro de país, además del prestigio académico que ostenta, fueron las razones que me llevaron a confiar en San Marcos mi educación superior। A puertas de terminar el primer año, intento hacer un balance de todos los acontecimientos que, de un modo u otro, marcaron mi corta estadía en esta institución. ¿Cambió la favorable percepción que tenía de la universidad? ¿Las expectativas que tuve al comenzar el año fueron colmadas?

Este año ha sido, sin duda, uno de los más agitados, esto en el aspecto político। Bastaría en recordar las constantes movilizaciones (tanto internas como externas) en contra del By Pass ( bautizado por algunos estudiantes como:”El tema del verano”)। El afán modernizador de nuestro impopular alcalde, despertó encendidas pasiones en toda la masa estudiantil। El compromiso por defender el territorio universitario, se convirtió en la principal preocupación de muchos compañeros। Los “cachimbos” fueron quizá los más entusiastas, y también los más proclives en aceptar y saludar las medidas tomadas por los gremios. ¿Qué opinión me merecen los dirigentes políticos? ¿Qué puedo decir sobre ellos? No negaré que mi primera impresión fue desfavorable. Al encontrarlos poco seguros y enredados en sus discursos, intuí cierto peligro, pues su posición como “líderes” encargados de dirigir las prácticas políticas de la facultad, no garantizaba seguridad. Al formar parte de las reuniones, ser testigo del modo como estaban organizados y de las medidas por las que se mostraban a favor, comprendí que el ser más crítica y desconfiada me permitiría tener una visión más clara de todos los asuntos que se vieron involucrados.Los comicios electorales llevados a cabo en plena tormenta política, fue otro triste acontecimiento. Los desubicados nuevos estudiantes, vimos con escepticismo la pugna entre dos grupos: Los candidatos a ocupar cargos políticos, y los que se mostraban en desacuerdo que, en esa coyuntura, se llevara a cado dicho proceso. Además de ser mudos testigos del enfrentamiento interno, nos vimos obligados (el no votar supone una multa) de elegir a nuestros representantes (que por cierto no conocíamos). ¿Qué es la Asamblea Universitaria? ¿Qué es el Consejo de Facultad? ¿Por quién piensas votar? Eran preguntas comunes entre el estudiantado. Para culminar con ese desafortunado capítulo de mi vida universitaria, debo decir que jamás creí que se recurriría a personajes como: Winnie Pooh, Meteoro y hasta de un popular grupo de cumbia para conseguir votos. Grande fue mi sorpresa al no distinguir entre el campus universitario de un circo cualquiera. ¿Qué sucede con la vida política de la universidad? ¿Será que las artimañas de campaña de los partidos nuevos y tradicionales se han convertido en paradigmas a seguir? Esas son cuestiones que deben ser tomadas en cuenta.
La falta de presupuesto ha sido otra de las grandes dificultades que hemos tenido que afrontar। Como es de conocimiento general, somos una de las pocas facultades que no cobra matrícula। ¿Es suficiente el dinero que se destina para el mantenimiento y la investigación? ¿Será que se hace necesaria una contribución por concepto de matrícula? El Estado solo contribuye con el 60% del presupuesto de nuestra universidad, el 40% restante debe ser cubierto con recursos propios. Esta lamentable realidad-que al parecer será aún más crítica el año próximo- nos obliga a tomar cartas en el asunto. No podemos seguir aceptando esta situación .Esperar una mejora, en el contexto descrito, no hará más que retardar una solución. ¿Las movilizaciones serán la única vía? Es totalmente legítimo que protestemos ante ese atropello, pero eso no debe restringir nuestra participación. Al proponer un pago, no creo ir en contra de la gratuidad de la educación pública, no soy seguidora de Martha Hildebrandt. Tomemos como ejemplo a nuestros vecinos de la Facultad de Administración, quienes haciendo gala de su nombre, han llegado a administrar muy bien sus recursos, lo que se evidencia en el especial cuidado de sus instalaciones y el dinero disponible con el que cuentan para la investigación. ¿Quién no se ha quejado del deplorable estado de los baños? ¿Alguien recuerda cuando fue editada la última edición de la revista de los estudiantes de ciencias sociales?

Al margen de toda esta cadena de sucesos desafortunados, debo decir que, en el aspecto académico, este año ha sido especialmente fructífero। Mi evolución intelectual es notable। Mi principal expectativa fue la de recibir una educación de calidad, conocer compañeros y futuros colegas con conciencia crítica, y de los cuales me fuera posible aprender। Además de tener una visión mucho más amplia de lo que significa ser “científico social”, mi formación teórica introductoria de lo social, puede ser considerada sólida. Esto gracias a los profesores de Introducción ¡Cómo olvidar a Dunia Amparo Samamé Quispe y todas sus separatas de globalización! Además a Manuel Dammert Ego Aguirre, encargado de impartirnos el curso de Introducción a la Sociología. Recuerdo que el primer día de clases nos vio, sonrió graciosamente y dijo: “¿Todos ustedes van a ser sociólogos?” Su gran interés por promover una primera aproximación a la investigación sociológica merece ser aplaudida.
La gran fortaleza sanmarquina, no reside en el espacio físico, es decir, el lo sofisticado y moderno de sus instalaciones. Es la suma de integrantes que la compone, la que ha garantizado y, seguirá garantizando, su destacado desenvolvimiento en todas las áreas del saber

martes, 2 de diciembre de 2008

Wittgenstein

Mi último ensayo filosófico (al menos por este año). Intenté cumplir con los requerimientos
metodológicos enseñados por mi profesora Lucila Parra (profesora que no olvidaré, además porque la veo por los pasillos de la facultad casi todo el tiempo). De todos modos copio aquí el texto completo, esperando recibir posibles comentarios y , en el mejor de los casos, las críticas respectivas
.
¿LA SOCIOLOGÍA COMO CIENCIA SUPREMA?



“El lenguaje, quiero decir, remite a un modo de vida. Para definir el fenómeno del lenguaje hay que describir una praxis, no un proceso extraordinario del tipo que sea. Es muy difícil reconocer esto”

L. Wittgenstein. Observaciones sobre los fundamentos de la matemática. VI. Madrid. Editorial Alianza. 1987.

El papel que cumple el lenguaje en el conocimiento es de sumo interés en todos los ámbitos del saber. El lenguaje constituye el medio por el cual es posible transmitir el conocimiento. Por ello, no es de extrañar que filósofos y científicos buscaran esclarecer, comprender (por la incidencia directa dentro de sus disciplinas científicas) la compleja red de relaciones y procesos que caracterizan nuestro lenguaje. Un estudio sobre Wittgenstein y sus principales consideraciones sobre el análisis del lenguaje como método y objeto de reflexión, nos ayudará a responder algunas preguntas tales como: ¿Es el lenguaje copia de la realidad, de lo objetivo? ¿El lenguaje es anterior al pensamiento? ¿El lenguaje hace posible la capacidad de pensar? ¿Será que el lenguaje depende solo del uso, de la lógica? ¿Cuales son sus limitaciones? ¿Cuál es el rol que debe desempeñar la filosofía? ¿Qué papel asumiría la sociología? ¿Por qué se dice que lo expuesto por Wittgenstein deriva en un irracionalismo? ¿Cómo conciliar lo contradictorio de su filosofía?

La filosofía de Wittgenstein suele dividirse en dos fases: La primera es publicada en el “Tractatus lógico-philosophicus” (1818). En ella señala: “El lenguaje es como una pintura de la realidad” Es decir, reconstruimos una copia de la estructura lógica de la realidad que nos permite conocerla y hablar sobre ella. El lenguaje “figura” el mundo, pues comparte con él la misma estructura lógica. ¿Cuál es la posición que ocupan los juicios éticos y estéticos, mas específicamente, la metafísica, desde esta perspectiva? Si solo aquellos pensamientos que concuerdan con la realidad son verdaderos… ¿Qué sucede con la filosofía que no es verificable? Pues un sin sentido, un absurdo. No sería ni falsa ni verdadera, solo grafías. Como sucede en la mayoría de casos, Wittgenstein fue víctima de su propia teoría ¿Cómo verificar su teoría? ¿No sería también un sin sentido?
Otro punto importante es el protagonismo del lenguaje en el conocimiento. Pues es la condición que lo hace posible. A través de la expresión de la estructura lógica por medio del lenguaje seremos capaces de captarla.
La segunda fase tiene la peculiaridad de contradecir la primera. Afirma que no existe solo una lógica, sino muchas. El significado de un término no depende sólo de una proyección mental, también de su uso social, es esa la condición que garantiza que sea entendida por los demás. “Seguir una regla, hacer un informe, dar una orden, jugar una partida de ajedrez son



costumbres (usos, instituciones).Entender una oración significa entender su lenguaje” (1). Por ejemplo: Para dar una orden no utilizamos la misma lógica con la que contamos un chiste, pues si lo hiciéramos, tanto la orden como el chiste perderían su sentido. Además, muchos significados son adquiridos en los contextos. Resultaría imposible entender: “el presidente cayó” si no tomamos en cuenta la situación. Podría tratarse de una caída de popularidad, de un accidente o que el presidente hubiera sido víctima de algún engaño, no hay modo de saberlo. Es evidente el intento de Wittgenstein por integrar el lenguaje a las relaciones sociales, al uso que hacen los hablantes. Esto nos sugiere cierto pragmatismo, el cual sería la principal característica del lenguaje. Ahora bien, si seguimos este razonamiento, llegamos a la siguiente conclusión: El significado depende del uso, el uso se adquiere en la vida misma. Por lo tanto, la vida es anterior al lenguaje y el lenguaje anterior al pensamiento (2) No gobernamos nuestra vida por la razón, sino que depende de circunstancias. El irracionalismo sería, al final, la explicación última de la conducta humana.
Wittgenstein defiende su teoría partiendo de lo siguiente: ¿Cómo aprende a hablar un bebé? Aprende simplemente viviendo, conviviendo con su familia. “Todo el proceso del uso de palabras (…) es uno de esos juegos por medio de los cuales aprenden los niños su lengua materna. Llamaremos a estos juegos” juegos del lenguaje” (3)
¿Cuál es la posición de la filosofía? La filosofía sería solo un juego del lenguaje. Si quisiéramos entenderla, no deberíamos estudiar el significado de las palabras, por el contrario, bastaría con estudiar las relaciones entre los hablantes (es decir, los círculos sociales filosóficos) Pero… ¿No sería este el campo de la sociología? ¿No sustituiría a la filosofía? Y no solo a ella ,sino también a todas. La sociología se declararía la ciencia suprema. Como estudiante de sociología (asumiendo una posición objetiva) considero esta proposición demasiado arriesgada. Es cierto que muchos estudios y “experimentos” sociológicos han versado sobre el papel del lenguaje en las relaciones sociales. Algunos de ellos han comprobado que poseemos ciertas predisposiciones a la hora de intercambiar diálogos. Pero esto no es prueba suficiente para reducir todo a dimensiones sociológicas.

Las dos posturas asumidas por Wittgenstein se muestran contradictorias, pero tienen la característica común de regocijarse en los extremos. No creo que “subiera y tirara la escalera” considero que subió y olvidó que tenía una escalera. Es posible considerar sus dos teorías a la hora de entender el lenguaje. No podemos olvidar lo objetivo que puede ser representado en el lenguaje. No somos esquizofrénicos interpretando distintos papeles inconexos, pero tampoco podemos desestimar la legitimidad de la filosofía por el hecho de no ser verificable. A la hora de estudiar las relaciones entre sujetos sociales determinados, puede ser de mucha ayuda considerar los “juegos del lenguaje” (se trata de un criterio utilitarista, es cierto) Pero tampoco desestimemos el valor inherente de los significados.



(¡) L. Wittgenstein. Investigaciones Filosóficas…. Op.cit..s199
(2)Bartley. W. W. Wittgenstein, Madrid, Cátedra, 1982 Pág. 212
(3) Bartley. W. W. Wittgenstein, Madrid, Cátedra, 1982 Pág. 215











Bibliografía



Bartley. W. W. Wittgenstein, Madrid, Cátedra, 1982

Diálogo con Anthony Quinton. Capítulo V. Las dos filosofías de Wittgenstein

Miguel A. Quintanilla. Breve diccionario filosófico. Ed. Verbo Divino, 1991.