miércoles, 23 de septiembre de 2009

EL ÁNGELUS NOVUS


CAPÍTULO IV


EL ÁNGELUS NOVUS


-¿Otra vez observando el cuadro, Manuel?
-Pues sí, es uno de mis favoritos, quizá el número uno en mi lista de pinturas.
-¿Es verdad? Pero...
-¿Qué sucede?
-El ángel está triste y asustado, en los cuadros que me enseñó tío Florencio los ángeles son niños felices y juguetones.
-¿Y este ángel es menos bonito por estar triste?
-Siento miedo cuando lo veo...
-¿Sabes? El también lo siente. ¿Observas? Está a punto de alejarse de algo que lo tiene asustado...Sus ojos están muy abiertos, al igual que su boca, y sus alas están extendidas, como si estuviera a punto de elevarse...
-¿Por qué se aleja?
-El quisiera quedarse, pero una fuerza lo empuja hacia delante, y no lo deja reparar los daños que solo él percibe.
-Oh...Es el ángel más bueno, entonces, mejor que los angelitos juguetones.
-¿Y eso?
-Los otros ángeles solo juegan y son felices, en cambio este... el quiere reparar algo, ¿verdad? Y sufre por no lograrlo. Manuelito, este será mi ángel favorito ¿Podemos ayudarlo?
-Claro que podemos, ¿no ves? Aún no se ha alejado, podemos retenerlo en nuestro presente
-¿Presente?
-Es el ángel de la historia, mi niño...