domingo, 28 de febrero de 2010

INVESTIGACIÓN


La investigación científica tiene como objetivo la obtención de conocimientos demostrables que dan respuestas y soluciones a un determinado problema de la realidad concreta। Por ello, el papel del científico no se restringe a la mera repetición o enseñanza de las teorías o leyes conocidas, sino en la investigación, en el aporte o contribución que pueda generar a fin de ofrecer conocimientos aplicables, es decir, en la consecuencia práctica que tiene en la sociedad el nuevo conocimiento encontrado। Al seguir el tratamiento epistemológico y metodológico adecuado en el proceso de investigación, seremos capaces de encontrar dichas respuestas y soluciones que permitirán mejorar nuestra sociedad. Un científico, además de versado académico requiere ser investigador, de lo contrario su participación en la actividad científica será intrascendente. La investigación científica, si bien debe ser objetiva, es decir, desligada de aspectos psicológicos que distorsionen los resultados, es innegable que ciertos estados psicológicos como el entusiasmo y la experiencia creadora son de gran importancia en el proceso de investigación. De ello se deduce la estrecha relación entre ambas. Es preciso señalar que la capacidad creadora no es un designio divino o cualidad innata, es una facultad que se logra a lo largo de nuestra vida. Se caracteriza por la predisposición, responsabilidad, posición crítica, voluntad, autoestima, actitud madura y curiosidad.
Se concluye que el científico, para serlo en sentido estricto, ha de contar con las características siguientes: entusiasta, creativo e investigador.