domingo, 19 de septiembre de 2010

CULTURA Y DESARROLLO.


¿CULTURA Y DESARROLLO? ¿DESARROLLO Y CULTURA?

(Reflexiones sobre el informe del PNUD 2005)

La cultura no debe entenderse desde una perspectiva esencialista, sino como un producto histórico y social, como toda práctica humana que el hombre ejerce sobre la naturaleza a fin de continuarla, como la huella que se inscribe en el hombre a consecuencia de esa transformación , así como las expresiones de la formas de vida de todos los grupos humanos. No existe “La Cultura” entendida como característica de una sola colectividad, por muy avanzada (tecnológicamente hablando) que esta pueda ser. Existen “Las culturas” es decir, diversidad de formas de expresión, de interpretar realidades, de concebir esperanzas de futuro y desarrollo.

La cuestión de incorporar la cultura al debate del desarrollo, no como variable dependiente del desarrollo económico o como factor favorable o negativo para la aplicación de las mismas, sino como el espacio desde el cual emerge el desarrollo, transciende los reduccionismos limitantes de los planes que interpretaron el desarrollo desde el terreno de lo puramente económico, para el cual la cultura no tiene incidencia en lo productivo.

La cultura entendida como capital humano y social, hace visible la importancia de la cultura en la aplicación de los programas de desarrollo y plantea un enfoque humanista y social, centrado en la libertad, diversidad cultural y democracias multiculturales. Ello implica una apuesta ética que impide la imposición de la modernización occidental, para atender a la definición de bienestar que buscan, en su especificidad, una colectividad determinada que define su propia visión de futuro.

En un país como el nuestro donde la diversidad cultural es notable, se hace necesario considerar sus implicancias y potencialidades para el desarrollo (entendido como libertades culturales y desarrollo humano). Es indispensable visibilizar el panorama actual como un espacio en el que las diferentes identidades culturales dialogan e intercambien unas con otras, sin eliminarse o excluirse, sino como generadoras de espacios que amplían oportunidades. Visto de este modo, la creatividad y la solidaridad humana se hace participe en la construcción de un futuro cultural.

Amartya Sen cuestiona la noción de desarrollo que se asume como producto exclusivo de occidente. Para el Nobel, desarrollo implica libertad de participación política, libertad de discrepar, salud, educación y derechos civiles. Entendido desde esta perspectiva el PBI no podría dar cuenta del desarrollo del país, sino lo antes señalado. ¿Es posible entonces, divisar una correspondencia entre indicadores como el PBI y el desarrollo de las capacidades en la población peruana? ¿Cuál es el modelo de desarrollo por el cual los gobiernos locales y regionales han optado? Es evidente como la “modernización” adquiere protagonismo en los discursos políticos y planes de gobierno. No esta demás preguntarnos si esta modernización es coincidente con el desarrollo de las capacidades de la población o, si por el contrario, trae como consecuencia la disolución de la identidad y la autonomía , generando con ello colectividades deprimidas, excluidas, relegadas , vulnerando así su bienestar. Cada colectividad define según sus propios valores, razón que da cuenta de la multiplicidad de las dimensiones del bienestar y el papel determinante de la cultura para desarrollo.

Reconocer que la cultura no debe adaptarse al desarrollo, sino el desarrollo a la cultura, implica respetar los sistemas y conocimientos tradicionales, redefinir la relación entre diversidad cultural y desarrollo.

La visión de la UNESCO se sitúa en esta perspectiva. Reconoce el desarrollo inmerso en la política y apuesta por una modernidad que no pierda la tradición y las costumbres, es decir, su patrimonio cultural.

Al introducir la noción de patrimonio cultural, se intenta establecer relaciones entre lo material e inmaterial de la cultura, lo mismo que el desarrollo. El desarrollo inmaterial refiere a las capacidades que permiten a las sociedades y comunidades a definir sus espacios a futuros.

También, abre camino para la búsqueda de indicadores que puedan medir aspectos estrictamente culturales. Lo que permitiría tener una mirada más comprensiva de la cultura y sus efectos en la identidad y cohesión social. Además que vincularía la cultura al desarrollo económico. Al no poder cuantificar determinados aspectos de la cultura, los investigadores tendrán que asumir un rol más reflexivo e interpretativo, además de aplicar técnicas como la etnografía.

Asumir el desarrollo y el bienestar no como algo impuesto sino como producto del dialogismo cultural y el desarrollo de capacidades de la población, invita a reflexionar respecto a la situación actual de las comunidades campesinas y nativas que ven mermada su participación política en la gestión de sus recursos. La idea de desarrollo esta asociada a la presencia de mayores capitales, siendo identificado como el único generador de desarrollo, ello induce a considerar a las comunidades y su propuesta de desarrollo y sostenibilidad como factores que impiden el este desarrollo, sin considerar el valiosísimo capital humano y social que subsiste en su interior.

2 comentarios:

Rodrigo dijo...

Hola! me llegó tu mensaje, solo que hasta ahora me ha dado chance de ver tu blog.. siempre es padre el tema de la cultura, sobretodo porque los latinos somos muy parecidos entre nosotros. Ojalá escribas mas seguido

un saludo
Rodrigo

Amarilis dijo...

Hola, Rodrigo
Se agradece tu visita a este humilde blog. Espero también agregar entradas nuevas, aunque es un tanto difícil ahora por fin de ciclo y las evaluaciones que se vienen encima, pero ya para el verano planeo ocuparme mas del blog. Tus comentarios, opiniones y sugerencias serán bien recibidas. Siempre es importante conocer diferentes perspectivas, es la única manera de enriquecer nuestra experiencia con la vida.
Saludos!